Todavía sí, todavía quién sabe, todavía estando, vivo entre los vivos que mueren, entre los muertos que andan, andantes que viven y mueren viviendo, porque es difícil morir en vida, porque es muy duro vivir muriendo, pero no hay nada más difícil, nada más complejo, que vivir viviendo. En esa búsqueda estoy, aunque creo haberla declarado desierta, aunque creo haberme dado por vencido, aunque creo haber entregado las banderas-ya estaban desteñidas, viejas, despintadas.
En ese sentido, en este digo, o en aquél, vivo, sí, de vivir, de no estar muerto, literalmente muerto, en ese único sentido puedo decir que vivo, si vivir es respirar, vivo, si vivir es caminar, vagar, existir, vivo, si cobrar un sueldo es vivir, si escribir unas líneas algunas veces es vivir, si vivir es tener pulso sangre mejillas coloradas pelo que crece uñas, vivo, de vivir, vivo, de no morir aún, viviendo.
Estoy vivo, sí, aburridamente, y ya alcanza. Para mi desesperación, para mi desesperanza, esto parece ser la vida, y es tan parecido a no vivir, tantos miles, millones de años sin existir siquiera, sin ser, y de pronto vengo a nacer, a transcurrir años meses días-y a entender que no he nacido en verdad, que hasta ahora el mundo no me ha recibido, o no ha recibido nada de mí, más que alguna transformación irrelevante, que ya no importa, más que un poco de todo lo anterior.
En verdad no he nacido todavía, y por eso no podré morir ahora.
Un día de octubre (II)
Hace 1 día
5 comentarios:
"... y tan alta vida espero, que muero por que no muero. Vivo ya fuera de mí, después que muero de amor."
Quitandole todo el contexto religioso que rodean estas palabras... creo que viene al pelo.
Somos presas de nuestros deseos.
Un saludote
Yo que soy el que ahora está cantando.
Seré mañana el misterioso, el muerto,
el morador de un mágico y desierto
orbe sin antes ni después ni cuándo.
Así afirma la mística. Me creo
indigno del Infierno o de la Gloria,
pero nada predigo. Nuestra historia
cambia como las formas de Proteo.
¿Qué errante laberinto, qué blancura
ciega de resplandor será mi suerte,
cuando me entregue el fin de esta aventura
la curiosa experiencia de la muerte?
Quiero beber su cristalino olvido,
ser para siempre; pero no haber sido.
(J.L. Borges)
YO,
te extrañaba, Kutxi.
Un beso.
SIL
Grande.
Seguiré viviendo para leer y muriendo por escribir. Y morir por leer cosas como las tuyas que, créeme, no tienen nada de simples y sí mucho de elogiosas.
Espero no tardar tanto en ver amanecer la noche en un punto y seguido, por escrito, tuyo...
Un saludo
Mario
Sólo quizás la vida es eso que describes... sólo quizás la muerte es algo parecido... sólo quizás... y aún así la duda vale la búsqueda... esa búsqueda vale la pena!
Yo me declaro una buscadora eterna y empedernida... y desde allí me hago un lugar en sus palabras... y me permito decir: mientras busque no está muerto caballero...
Mis besos!
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